miércoles, 18 de diciembre de 2019

ESTHER


Tú y yo, Esther, madre, abuela.
Tú y yo y los otros y los ellos y los de Reque y los infinitos.
Nosotros que confabulamos en una mesa
y llegamos a ser tan familia.
Y tus hijos y nietos, y tu madre muy madre llorándote antes…
y tus sobrinos y hermanos avemaríapurísima rezándote de afecto.
Me vienes al recuerdo, Esther, abuela.
Y esas uvas de tiempo que comí en tu casa,
en esa calle angosta,
en esos años donde era un asno,
donde me portaba tan inclemente.
Y yo que te vi en esa cama, abuela,
y que te visité a escondidas en la tumba
y en tu féretro.
Ahora que se viene tu nacimiento,
tu recuerdo a mi saliva peruana,
a mi lejanía, te llego, me llegas,
me vuelvo un niño para estarme contigo
en tu mesa, con la familia que tanto quiero,
con los ellos que son nuestros.
Me vienes a la memoria, Esther, abuela.
Y tus conejos… ellos tan niñines, seguirán
esperándote como lo hacemos nosotros al extrañarte.
Ya la casa se ha vuelto lágrima sin ti, Esther.
Tú sigues con nosotros, con tus uvas, tus camina erguido Carlitos,
y la mesa te espera como todos los días,
y tus seres queridos añoran tu abrazo y tu beso de buenas noches.


martes, 26 de noviembre de 2019

Los sonetos de la noche


Me gustan los sonetos de la noche
que llegan en mi mente de poeta:
entablan sus reuniones con bebida
caliente y con retazos de silencio.

Sensibles, como abeja en su panal,
esperan endulzar cualquier espacio;
me muestran su silueta parnasiana
y exigen que los plasme en mi locura.

No quiero que se cubran de asonantes,
o frases consonantes muy melódicas;
las rimas, muchas veces, son las nubes

que opacan el claror de la mañana.
La lucidez poética es tan frágil
que llena de belleza los caminos.


viernes, 22 de noviembre de 2019

Triste noticia


El mundo lleva muertos en los hombros
y sabe bien la forma de enterrarlos;
cegado se dirige a los escombros
que guardarán a Luis, a Juan y a Carlos.

No entienden que serán triste noticia,
y pronto buscarán la solución.
¿Qué paz les brindará dulce caricia
y qué muerte será su salvación?

La carne, sin respiro, ya no es buena:
se pudre, se fermenta y convulsiona.
El alma que en el tiempo se envenena
no puede revivir a la persona.

El mundo tiene vivos que son muertos
y mares confundidos con desiertos.

sábado, 9 de noviembre de 2019

Chopin


Y Chopin toca
con triste piano,
su ser humano,
su mente loca.

El genio invoca
con diestra mano,
al Dios lejano
que lo trastoca.

Son sus nocturnos
muy taciturnos.
¡Provocan lloro!

Sus pentagramas
son hologramas
envueltos de oro.

La divina comedia


Mis historias son historias
que llegan a precipicios
o visten de intelectuales
para estarse con Virgilio
en La divina comedia.
Se inmiscuyen en los círculos
para contar las ficciones
que nos hablan de los vicios.
Y me asusta el gran Cerbero,
o Plutón lleno de gritos,
o la malvada Gorgona
que te endurece el sentido.
Es La divina comedia
fabulosa en sus capítulos
donde se narra el Infierno
Purgatorio y Paraíso.

¡Cuando sientan el averno
o los muertos estén vivos,
sabrán que Dante es un genio
del memorable destino!
Es, La divina comedia,
cordura más que delirio.

domingo, 27 de octubre de 2019

Tiempo

Quiero sentir la brisa para ser una brisa;
quiero mirar el cielo para ser como el cielo.
Y que una nube venga, con magistral sonrisa,
para llevarme pronto con su infinito vuelo.

Eso parece un loco pero genial anhelo.
¡Volar temprano! ¡Siempre! ¡Soñar! ¡Vivir deprisa!
Como palomas blancas, ser libres de consuelo;
como la nieve dulce, posarse en la cornisa.

Si todos fueran libres, descubrirían mundos.
(Refuto poco. Nada pretende ser veraz).
Yo les daría tiempo, tan solo… ¡tiempo! ¡Y tacto!

Se nos niega en la vida los mares más profundos.
Llegan mentiras vagas con intención voraz,
porque, ¡ya viejos!, somos parte del fin. ¡Qué impacto!...

viernes, 25 de octubre de 2019

¿Qué es la poesía?


 Es el mensaje sabio que un poeta
(que siente el infinito en sus entrañas)
percibe de las plácidas montañas
o de las nubes o de un gran cometa.

Es la palabra lúcida y discreta
que se escribe en silencio. Con extrañas
maneras, le propone sus hazañas
al humano (y a su forma más secreta).

Es como una metáfora tardía
o la aliteración del universo…
Pero más que retórica…, es el verso

de Dios que se transforma en un papel,
y que se queda escrito en nuestra piel
para, después, llamarse poesía.

lunes, 21 de octubre de 2019

Un beso de buenas noches


Me acerco, sin palabra alguna,
y acaricio la respiración de mi esposa.
Su perfume queda en el aire,
en los recónditos espacios
de sur y Andrómeda.
Está su silueta posada al desnudo
con mis huellas,
como espiga atada a su fragancia.

La encuentro y coincido con el minuto
e intento amarla si no siente que la observo
atareada de horizontes, de familia.
Me queda a pocos metros
y yo sigo mirándola:
hermosa, dueña mía, sublime fragancia;
tan fábula de cariño.

Cuando hay tormentas,
salgo por ellas a pedirles
que no le hieran el corazón.
En instantes lúcidos de euforia,
me adora sin condición,
y yo, a ella, más la quiero.

Me acerco sin saber qué decir.
Le doy un beso de buenas noches
antes que despierte o sepa que fui yo.

viernes, 11 de octubre de 2019

Iglesia de nieve


A Carlos Páez

hoy me persigno de mañanatardenoche
querido Carlitos Páez
Carlitos Páez de la Nieve
Carlitos Páez de la fe
hijo del destino buen alumno
y me ha dolido el fémur de ustedes la grata sociedad
y me han dolido los epítetos fúnebres de sus compañeros durmientes
y me he servido un café
de afecto para pensarlos
y me he sumido en el frío exacto de la muerte
para rezarles un padrenuestroqueestásenloscielos
cuánto me duele verlos allí
cuánto me duele no socorrerlos en lo gélido
y así mismito hacerme de su dolor

Carlitos
sigo los pasos de su afán de Dios
de su añoranza de madre amor de mundo
de vientre materno
de abrazo lúcido de un padre que estuvo
y me convertí en tu hermano aquí Carlitos
en este siglo de recuerdos
y te pido que no vayas a las  montañas
que yo también te doy mi carne
mi poca fe con pocas fes más
para que se haga una sola
yo que hice a tu padre mi padre
a tu madre mi madre
y tu nombre mío
pero con más melancolía por su pésame
por su pésame en conjunto

me gustaría tener esa fe de mundo
les hubiera servido de mi sangre también
o de mi corazón o de mi esperanza
no para vanagloria sino para ser un hermano más
un hombre que siente la historia como suya

miércoles, 9 de octubre de 2019

A mi hermano Claudio

Si seremos destino, buen hermano,
que nuestros pareceres son iguales:
nos unen los caminos terrenales
y nos separa un cielo tan humano.

Me gustaría darte el más cristiano
abrazo y contemplar bienes y males;
decirte que te admiro a vendavales
y tu nombre bendito me es cercano.

Si miramos distantes nuestra vida,
no daremos razones al enojo.
Tú eres mi hermano lindo —un compañero

que siempre necesito y mucho quiero—,
y por eso te miro de reojo
como una joya eterna y muy querida.
 

martes, 8 de octubre de 2019

César Vallejo

Me duele tanto leerte,
querido Cesar Vallejo;
quema el alma y no me quejo
porque me apena esa suerte.
En Francia llegó tu muerte
de desdichada manera.
En París, esa quimera
que acogía tu palabra,
hoy en la penumbra se labra
con tu lanza justiciera.

¿Quién hizo doler tu sombra
que lloraba embravecida
y te arrancó de la vida
ese amorque nadie nombra?
¿Quién con tu paz no se asombra
si arrastraste mil infiernos
y descuidó los inviernos
que golpeaban tu luz?
¿Quién apretó en ti la cruz
de aquellos Dados Eternos?

¡Vallejo…! Mi juventud
de fiel poeta te entrego.
Hago lunas del sosiego,
y espasmos con la virtud.
Llora en mí la plenitud
de aquel hombre enardecido.
¡Levántate…! Te lo pido
antes de morir temprano.
…Quiero abrazarte, mi hermano,
junto al Dios que te ha dolido.

Nunca podría imitarte,
si volvieses a la vida.
(Está la tumba encendida
para anidar aquel arte).
¡Despierta…! Debes quedarte
abrazando al mar perplejo,
mientras nos das un consejo
—con palabras en exilio—,
para sentir el idilio
anidado en tu reflejo.


Chiclayo, cuando muera


Chiclayo, cuando yo muera
no quiero el Dios de tu llanto,
ni el hechizo de tu canto.
¡Yo moriré a mi manera!
Yerto bajo una palmera
les he de rezar a mis huesos;
mis errores serán presos
—como abejas de un panal—,
y un crucifijo infernal
será hoguera de mis besos.

Si mis poemas se pierden
al cerrarse mi ataúd,
mis versos y mi virtud
de mi apellido se acuerden.
Si mis entrañas se muerden
porque sienten mucho frío
quiero que formen un lío
en esta fúnebre ruta,
con la verdad absoluta
que guardo a orillas del río.

Chiclayo, que nadie llore
si sus sentidos profano;
no quiero ser el humano
que sus migajas implore.
(… Que mi poema mejore
en las lindes celestiales;
que muera en los arenales
de la conciencia incapaz;
que sea fuerte y tenaz
por mentados arrabales).

¡Chiclayo!, quiero certeza
de mi existencia pagana
y quemar esta sotana
de rimas en mi cabeza.
Abrázame con tibieza
si he de perder la razón.
No dejes mi corazón
si escribo melancolías,
en las noches y los días
de incansable inspiración.

domingo, 6 de octubre de 2019

A los maldonautas

Mis amigos lectores maldonautas
—personas de ojeada muy tenaz—,
permitan que este verso tan fugaz
pueda ajustarse muy bien a sus pautas.

Ustedes, como lúcidos amautas,
nos llevan a un espacio tan audaz,
donde se lee para estar en paz.
¿Me permiten llamarlos lectonautas?

Propongan, pues, autores del hacer
literario y aprendamos de sus obras,
para que se despierte la conciencia.

Y si seguimos juntos, sin zozobras,
la ignorancia jamás podrá vencer
en la batalla de la inteligencia.

El tiempo

El tiempo vuela
con alas blancas
y  tardes lilas
en mis palabras.
Se siente triste
si llega a casa,
mientras reposo        
en la montaña.
Hay días en los que mi tiempo vuela
con su loco vaivén en mis palabras.

El tiempo duerme
en mis espaldas
y duerme solo
en mis palabras.
Es muy nostálgico
y a veces calla:
es porque tiene
poca confianza.
Hay días de garúa… y el tiempo duerme
en la fe de un poema y en mis palabras.

sábado, 5 de octubre de 2019

La fogata

Si es mía la penumbra de tantos cielos,
no quiero que entristezcan las golondrinas;
haría una fogata de mis anhelos;
y de mi soledad, aguas cristalinas.

Es muy triste llorar lo que se nos roba
porque es más fácil huir de las peripecias:
es propio del humano que de su alcoba
llore lágrimas tibias con frases necias.

Si viene la nostalgia a mi ser profundo
nunca me esconderé de lo que me llega:
existe un gran dolor, de dolor profundo
que a veces no me deja amar y me ciega.

Si viene la aspereza a mi poesía,
he de dejarla estarse con su agonía.

viernes, 4 de octubre de 2019

Metáforas de un amor


no sé cómo empezar este pequeño poema
tan extenso de amor ni cómo terminarlo
si pudiera inventarme metáforas plásticas por ejemplo diría
el amor es el perfume de la luna
la imagen de la mujer que adoro
el ladrido de mi perro
el lado opuesto del hombre
de todo esto subrayaré lo intenso
la palabra secreta de mi amada
su respiración lúdica en mis oídos
sus gritos sensatos en la cocina
ella es la única razón de este miserable poema
está reencarnada en un ser sanguíneo
en la piel que un día será hueso
hueso que un día será polvo
pero ella es mi único poema de amor
sin puntuaciones estúpidas o sintácticos errores
lo sabe perfectamente vive en mi enojo en mi palabra vulgar
en mi poesía urbana no le importa nos admiramos nos maldecimos
por eso este escrito es pequeño y extenso
viaja al meollo del cariño vuela cabalga por las venas del corazón
atrapa la costumbre para hacerla su esclava
nos oponemos a lo bueno a lo sencillo  y nos decimos obscenidades
eso que agita y hace sudar al cuerpo
hay veces que somos más que dos


ahora duerme a mi lado
se embarca en mi corazón profundo
y parlotean los árboles de la casa
y sopla el instante su emoción infinita
me emociona extrañarla olvidarme que existe
para volver a pensar en ella 
que mi instinto se disfrace de su cabello tan solo para añorarla
y volver a nacer en su nombre
ser una semilla en su extraña manera de pensarme


es el momento de mirarla a los ojos
de besar esos pies que caminaron sobre risas y llantos
de secar esas lágrimas que hicieron un jardín fuera de la casa
y llorar juntos
y reírnos más y disfrutar de los cerezos del placer
saciarnos de enero a enero
que la irrealidad nos envuelva de presente
y decirle que la amo al ser profundo
y que me diga que hay un polisíndeton infinito de querer hacia mí
ser infusión de tiempo
amarla como la vez aquella que pronuncié su nombre
y ella me ignoró fue inalcanzable descontrolada
después me dijo que sí


la conocí al borde de una vida tempestuosa
nos tomamos de la mano por la tarde
en una foránea libertad
el sol eclipsado amoroso él quiso dormirse
para no escuchar nuestras declaraciones
fuimos intensamente felices y lo somos
ahora es distinto distante es una ficción
estar aquí en esta vida y no haber respirado juntos
hace tres vidas atrás somos pájaros temporales
mas estamos aquí juntos inmensamente juntos


jueves, 3 de octubre de 2019

Asíndeton


Burla, risa, calma
condensación, omnipotencia,
claridad, tierra, palma,
fastidio, prólogo.

Cuánticas paredes
de metáforas ungidas
profesan el augurio,
acompañan la pena,
flamígera armonía.

Caos, grillete, boca,
palabra, una palabra rota,
un archipiélago exhausto,
amor de hombre. Prólogo.

Casi entero llego al mar
de relucientes latidos,
triángulos amorfos,
pasión impedida por cuatro líneas.

Adiós, moribundo, horas,
relojes, epílogos, suspiros,
ensoñaciones. Fin.

martes, 1 de octubre de 2019

La décima blanca

Aunque ha venido de España
desde mucho tiempo atrás,
la verdad que no me importa,
ni me incomoda lo dicho.
Espinel ha sido grande
al igual que don Quevedo.
Pero en mi patria despierta
lo omnipotente del verso
con los poetas sensibles
y la décima celeste.

La tradicional historia
se guarda como secreto
los afectos de mi tierra
y una oración celestial.
Porque Dios escribe rimas
desde el cielo de los hombres…
Y también desde los mares
ancestrales del Perú
puede cantar cumananas
y tocar cajón peruano.

No llegan las consonantes
para la rima dantesca,
que quiebra con estructuras
y locas imposiciones.
La décima está callada
como nostalgia de siglo,
porque se requiere un verso
para escribir emociones
que digan más que la vida
y escondan más que la muerte.

La décima blanca llega
sobre un caballo de otoño
a trascribir el pasado
y revivir el presente.
La décima llega sola
con sus fuertes torbellinos
que llevan a la locura
sin entender la virtud,
de aquellos que nunca siguen
la verdad de la mentira.

La mujer


La mujer es un arpegio
de emociones encontradas
y perfectas pinceladas
de razón y privilegio.
La mujer —con porte regio—
es amor, razón, ternura.
Es la divina figura
más perfecta de la tierra,
es la que siempre se aferra
a brindarnos la cordura.

La mujer nos da la vida,
nos amamanta en su pecho,
nos da calor en su lecho
como una llama encendida.
La mujer es precavida
en cualquier enfermedad.
Es esa serenidad
en las noches de tormenta;
es la palabra que alienta
si llega la soledad.

Mujer es aquella esposa
que siempre lucha contigo:
te aconseja, te da abrigo
de manera silenciosa.
Es fragancia de una rosa
rodeada de tanta espina
en la existencia mezquina,
y de eso, no espera nada.
La mujer está alumbrada
de bondad, mientras camina.

Es esa perfecta guía
que merece un gran respeto;
es un preciado amuleto
que acompaña noche y día.
Es dulzura y simpatía
en un camino temible.
Su esperanza es más sensible
ante los ojos de Dios.
¡Como una mujer no hay dos!
¡Es un tesoro increíble!



Esta décima se publicó en el libro «Con aroma de mujer».

lunes, 30 de septiembre de 2019

El almohadón


Sobre el almohadón
descansa tu mirada de amapola.
Me miras. Te acaricio el borde
de este yugo marital.
Me das las buenas noches.

En ese lecho dócil, mi rosal silvestre,
me alegra verte tan así.
Puedes arrancarme el geranio nocturno
del enojo con un abrazo que me cobija.

Multiplica el perdón.
Asume que te amo, perfección religiosa,
para quedarte conmigo hasta el fin.
El infinito es dulce amargo.
Y no quiero que te vayas,
constelación de Andrómeda, y tampoco quiero irme.
El siempre es un sello de amor.
Vivamos lo carnal y lo extinto.
Seamos una de esas cuantiosas maneras
antes de cerrar los ojos.

domingo, 29 de septiembre de 2019

El mar


Pinceladas de azul, ¡el mar!,
de arduos colores intensos.
Anatomía de senderos metafóricos
aquejados por el oleaje místico de presunciones.
Mar de mar, transpiración de Dios,
confrontación de olas esquivas,
ramaje de poetas, nudistas esquizofrénicos,
pasión de hombres y sus tablas.

Ese es el mar, ¡profético mar!, cuantioso mar…
Jilguero de sirenas, astro de cabalgatas
entre tiburones y ballenas, mar azul,
fulgor de conspiraciones terrenales.

En el mar quisiera morir,
despedazar mis huesos al atardecer.
Mar de vicios, mar de cigarrillos, mar diabólico,
y… mi único mar.

sábado, 28 de septiembre de 2019

Versos trascendentales


Es porque los trascendentales versos
ya no se manifiestan en la memoria,
que los versolibristas dicen cosas
sin sentido ni estudio. Yo no creo

que la poesía nazca de un credo
matinal. Me parece que las modas
incultas, destructivas, llegan solas
para que nadie piense. Lo respeto.

Que nuestra juventud no se confunda
con versos que suplican ser leídos.
Los poemas por más que se recubran

con la modernidad,  guardan astucias
de cadencia, de métrica, y designios
que descubre un poeta con los libros.

jueves, 26 de septiembre de 2019

Diálogo con el destino




—¿A qué juegas, Destino, con el hombre?
—No juego con el hombre, buen amigo.
—Lo dudo… Padece de hambre y de abrigo.
—¡Muy cierto! Eso no es algo que me asombre.
—Te burlas. Tu maldad no tiene nombre.
—No pienses que me burlo del mendigo.
—¿Entonces por qué ríes del castigo?
—¿Tú quieres que su andar se les alfombre?

—Presiento, gran destino, tu insolencia.
((Silencio). — Si preguntas, yo te escucho.
—Exijo las respuestas necesarias.

—¿Y qué respuestas quieres hombre ducho?
(Pensé). —Podrían ser unas o varias.
—… El tiempo nos alumbra la conciencia.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

Maestro


Dedicado a los maestros del mundo 

Quijote de ilusiones,
afina el arpa de tu sapiencia…
Enséñame, con rectitud, una palabra;
con decencia, la oración;
y con amistad, las quimeras
de joven altivo.

Llega a los adentros de apatías;
socorre mi insolencia de pensar.
Oh maestro que cabalgas de penurias,
ven a servirte el pan de mi mesa
cuando se acabe el negro,
el avivo de juventud,
con abecedarios trémulos de poca fe.

Abre el galope de los consejos,
de aquella carencia de años,
con una sonrisa aliciente para otros.

Sigue de pie.
Antaño que no muere, oh maestro,
canas que cumplen un deseo...
Sigue de lucidez enseñando lo que atesoras
y lo que no.
Voy a servirme del pan de tu mesa,
de la maestría de tus clarores,
de un buen abrazo... a lo lejos.





martes, 24 de septiembre de 2019

Palabra


Mi palabra va donde quiero que vaya:
al mar, la tierra, al azaroso nubarrón.
Llega aletargada por andar
tantas horas, tanto no saber, y regresa conmigo.
En ella palpo, de manera sublime,
los ríos de agua dulce sobre mis labios.

En ella escribo el gerundio de un amor
como si fuera el pasado venidero
de frases cortas que no lastiman
ni llegan atareadas al compás de un mediodía.

Solitaria vaga por el jazmín
ahuyentando cuantiosas preguntas.
Comprende que el momento efímero
donde se cuentan las alegrías no vuelve
ni aprisiona el sabor de la muerte.

Mi palabra va donde quiero que vaya:
a la hoguera, al espasmo, y no sabe cómo volver.

lunes, 23 de septiembre de 2019

MADRE, PROTÉGEME COMO NIÑO


Como Cristo me duele el hombre…
El sonido del martillazo
se inclina en mi alma y tengo hambre…
Pero nadie se apiada de las llagas
que abren, porque no soy humano.
¡Qué pena, señor!
Es la injusticia del espíritu
de la que me quejo,
libre de pena por el que se va.
¡He muerto, señor!
Como tu herida gangrenada
me sostengo sin vida.
Las hojas de oxigeno traen gusanos
para devorarme, con odio, antes que pueda
orar un perdón.
Qué frágil de amor me siento ahora
sin pies, sin manos, sin latidos…

Maldito corazón de iguales ya no te quiero
en mi pupila o mi sien… que ya nada sabe a mi madre.
Madre, protégeme como niño, que hoy
me he quedado solito.           


domingo, 22 de septiembre de 2019

Los amigos

Tengo amigos que son como cebúes 
grandes, inmensos, sanos, luminosos:
tienen la fortaleza de cien osos.

Tengo amigos que alejan los tabúes
de la ciudad hipócrita y demente
—y su propia verdad es diferente—.

Tengo amigos que son como la playa
y arena de mi noche taciturna:
ellos son como Dios en hora diurna.

Y tengo amigos, ¡vaya donde vaya!
Y podemos cruzar la inmensa raya
de la imaginación tenue y nocturna.

Rinocerontes

Esos rinocerontes que me apagan 
la voz cada que quiero decir algo,
se esconden en mi voz, y hagan lo que hagan
me hacen desafinar. ¡Y así no valgo!

Esos rinocerontes son oscuros
como las tempestades del enojo;
penetran en mi sien, con sus apuros,
y  me siento, entre tantos, el más rojo.

Me olvido de mi nombre tibetano,
me olvido que soy hombre (y mal poeta),
porque esas BESTIAS hieren al humano
de la manera más cruel y secreta.

Esos rinocerontes no caminan
solos,  siempre caminan por montones;
no rezan oraciones ni fornican
con la fe del cristiano y sus pasiones.

sábado, 21 de septiembre de 2019

El conjuro


Esos versos que tocan a mi puerta,
que de noche se vuelven escultura,
me suplican que tome su figura
y maquille su rostro. (La desierta

y noctámbula forma sigue abierta
al capricho total de mi locura.
La convierto en vital literatura).
¡Es magnífico! Entonces, vive alerta

el romance grandioso del soneto
que se escribe de noche y sin apuro.
Melodías se escuchan en mi casa.

(Y las rimas murmuran: «El sujeto
sigue loco. No sabe que el conjuro
se parece a la vida…y todo pasa».).


viernes, 20 de septiembre de 2019

UN SONETO PARA LUIS SUÁREZ


 No entiendo de balones ni de canchas,
poco menos de fútbol o pasiones;
entiendo que palpitan corazones
porque ganan o pierden… sin revanchas.

Los grandes goles forman avalanchas
de humanidad y bellas ovaciones…
y lo pueden saber los campeones,
mientras celebran triunfos a sus anchas.

Por eso, Luis, prosigue tu camino
futbolero —así tengas mil derrotas—.
Triunfa. Mueve el balón de tu destino

y gana disciplina. Tú alborotas
a los aficionados con el tino
que tienes —y se siente— cuando anotas.

El sermón de mi cabeza


Quiero volar por el cielo
con las alas bien abiertas,
con el corazón desnudo
y mis emociones buenas.
No tener que hacerle caso
al sermón de mi cabeza,
porque seré más persona
si no me invade la pena.
Me quedaré mirando el horizonte
como se mira la ausencia,
cuando se enreda en nosotros
y nos vuelve carne y tierra.
Quiero viajar al cielo enamorado
y rozar su cabellera
para no pensar en nada
e ignorar a mi conciencia.
Quisiera no robarles la paz a otros,
con estos versos que a mí… me liberan.

jueves, 19 de septiembre de 2019

A mi hermana Cynthia

Hoy que me encuentro lejos, buena hermana,
siento que guardo vidas sin vivir;
siento, también, que llega la mañana
y recuerdo tus frases. Y al salir

el sol en mi Chiclayo tremebundo,
me acuerdo de tus frases alicientes.
Me gustaría que llegues al mundo
que tengo ahora y que tiene presentes

de buen aprendizaje y de sapiencia.
Me gustaría darte mi memoria
para que sepas que llevo en mi esencia
tu nombre como parte de mi historia.

Eres, hermana mía, todo afecto
que guardo en la distancia. ¡Y eso es perfecto!...


Perú


Dime, Perú, si ese cielo
que brilla de intenso azul
ha guardado en su baúl
estrellado algún anhelo
de tus incas y del suelo
que mantiene tu cultura
envuelta de gran frescura
con la historia y con los años,
para escribir —sin engaños—
versos que estén a tu altura.
Dime, Perú, si la sierra,
la costa y la selva son
parte de tu inspiración
escritas sobre la tierra.
¿Qué metáfora se encierra
en tu humilde poesía?
Dime, Perú, ¿qué sería
de mi aliento sin tu nombre?
¡Yo lo sé!… Sería un hombre
sin tristeza ni alegría.
Cuando oigo un huaino, un festejo,
la zamacueca o alcatraz,
un orgullo tan voraz
se adentra como un reflejo
de luz, y quedo perplejo
porque hay lúcidos colores
que despiertan resplandores
de hermandad y gratitud,
entre una gran multitud
de peruanos triunfadores.
Dime, Perú, si mañana
—cuando del sueño despierte—,
podré entregarte mi suerte
o ponerla en tu ventana…
Y si mi sangre peruana
logra fundirse contigo,
podré encontrar el abrigo
que necesité en la vida,
porque tu alma está fundida
en mi alma… ¡Yo te lo digo!

miércoles, 18 de septiembre de 2019

La poesía

¡Señores! La poesía
es agua de manantial;
es un mar espiritual
sobre nubes alegría.
No tiene nombre. Se guía
por el latido perfecto
para darle un intelecto
a la rima, que no cesa
de sentirse una promesa
con metafísico afecto.

Ya no discutan, a solas,
con la maldad y el enojo,
porque el verso es un antojo
que viaja sobre las olas.
Admiren las caracolas
sobre espumas de sapiencia.
Vayan junto a la inocencia
al cerebro del humano
que ha perdido grano a grano
la razón de su existencia.

Si la rima consonante
no se siente en el espacio,
corrijamos lo reacio
de ese verso delirante.
La escritura es un diamante
que se pule con los ecos.
Las letras son como flecos
de plata en un pergamino,
cuando el poeta es genuino
y no busca recovecos.

¡Poesía no es poeta!
¡Poeta no es poesía!
Rimemos con valentía
para llegar a la meta.
Porque si el amor se agrieta
ya nada tiene sentido.
¡Poetizar no es latido!
¡Verso no es poetizar!
Seamos como ese mar
que vive de haber vivido.

COMBUSTIÓN

Mis versos son incas ufanos, cielos peruanos en combustión; liberación desgarradora; el día y la hora cuando yo emigro has...