Si es mía la penumbra de tantos cielos,
no quiero que entristezcan las golondrinas;
haría una fogata de mis anhelos;
y de mi soledad, aguas cristalinas.
Es muy triste llorar lo que se nos roba
porque es más fácil huir de las peripecias:
es propio del humano que de su alcoba
llore lágrimas tibias con frases necias.
Si viene la nostalgia a mi ser profundo
nunca me esconderé de lo que me llega:
existe un gran dolor, de dolor profundo
que a veces no me deja amar y me ciega.
Si viene la aspereza a mi poesía,
he de dejarla estarse con su agonía.
Cual guerrero hmno. Siempre prestos a la lucha.
ResponderEliminarHermano, muchas gracias por pasar por estos lares. Te aprecio y espero que nos encontremos con nuestro arte por esas tierras chiclayanas.
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