domingo, 22 de septiembre de 2019

Rinocerontes

Esos rinocerontes que me apagan 
la voz cada que quiero decir algo,
se esconden en mi voz, y hagan lo que hagan
me hacen desafinar. ¡Y así no valgo!

Esos rinocerontes son oscuros
como las tempestades del enojo;
penetran en mi sien, con sus apuros,
y  me siento, entre tantos, el más rojo.

Me olvido de mi nombre tibetano,
me olvido que soy hombre (y mal poeta),
porque esas BESTIAS hieren al humano
de la manera más cruel y secreta.

Esos rinocerontes no caminan
solos,  siempre caminan por montones;
no rezan oraciones ni fornican
con la fe del cristiano y sus pasiones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMBUSTIÓN

Mis versos son incas ufanos, cielos peruanos en combustión; liberación desgarradora; el día y la hora cuando yo emigro has...