miércoles, 25 de septiembre de 2019

Maestro


Dedicado a los maestros del mundo 

Quijote de ilusiones,
afina el arpa de tu sapiencia…
Enséñame, con rectitud, una palabra;
con decencia, la oración;
y con amistad, las quimeras
de joven altivo.

Llega a los adentros de apatías;
socorre mi insolencia de pensar.
Oh maestro que cabalgas de penurias,
ven a servirte el pan de mi mesa
cuando se acabe el negro,
el avivo de juventud,
con abecedarios trémulos de poca fe.

Abre el galope de los consejos,
de aquella carencia de años,
con una sonrisa aliciente para otros.

Sigue de pie.
Antaño que no muere, oh maestro,
canas que cumplen un deseo...
Sigue de lucidez enseñando lo que atesoras
y lo que no.
Voy a servirme del pan de tu mesa,
de la maestría de tus clarores,
de un buen abrazo... a lo lejos.





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